Borneo.
Los tatuajes contaban la historia de la vida de un individuo,
registraban sus logros y hazañas en la batalla, y servían como amuletos que los
protegían de los espíritus y otros peligros.
En los hombres los tatuajes estaban relacionados con la magia, los
rituales y la vida social de muchas tribus de esta región. Los tatuajes de las manos eran
símbolos de estatus y también cumplían una importante función después de la
muerte, porque se supone que iluminaban la obscuridad mientras el alma vagaba
en busca del Río de la muerte.
Técnica para tatuar.
Las herramientas usadas
por los tatuadores son sencillas, constaban de dos o tres punzones y una placa
de hierro conservados en una caja de madera. El punzón es una vara de madera
con una cabeza terminada en la punta que se proyecta en ángulos rectos en un
extremo. Pegado a la punta de la cabeza hay un trozo de resina en la que se
entierran tres o cuatro agujas cortas. La placa es una simple vara corta
revestida de hierro, cuya mitad está cubierta con un cordón. El pigmento es una mezcla de hollín,
agua y jugo de caña de azúcar, que se guarda en una copa de madera poco
profunda.
Perla Tovar García
Perla Tovar García
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